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Sepia Común

 Sepia Común
(Sephia officinalis)




Características

Su cuerpo es oval, y su color entre gris y beis con reflejos malvas. Tiene un cuerpo ligeramente aplanado y la cabeza está provista de diez tentáculos irregulares, dos de los cuales son muy largos. El cuerpo, casi rodeado por completo de aletas, presenta en su interior una parte dura, o concha, de naturaleza calcárea y en forma de quilla. Al igual que otros cefalópodos, cuenta con una bolsa de tinta. Este molusco puede llegar a alcanzar una longitud total de hasta 65 centímetros, de los cuales el manto, sin cabeza ni brazos puede llevarse 35. El cuerpo es aplanado y está rodeado por una cresta cutánea que la sepia emplea para nadar. Las aletas del extremo final del cuerpo no están unidas. La sepia común dispone de 10 brazos, 8 cortos con dos hileras de ventosas y dos brazos largos y retractiles, terminados en una especie de maza con ventosas, que emplea para capturar sus presas.

El color de la sepia común es muy variable, puesto que varía en función del estado de ánimo del animal, aunque suele ser del color de la arena, puesto que suele mimetizarse con el entorno en colores grises o marrones, pero es común verla de colores jaspeados. También dispone de un control voluntario para su coloración, lo que le permite sorprendentes cambios de color, algunos de ellos instantáneos. Se desplaza mediante una ondulación progresiva de los pliegues laterales del manto. Se encuentra entre las especies comestibles, pescadas sobre todo en la zona mediterránea. Este animal suele nadar por medio de unas delgadas aletas que rodean su cuerpo, pero también cubre cortas distancias a gran velocidad emitiendo un chorro de agua a presión a través de una abertura corporal (sifón) que tiene detrás de la cabeza. Ese mismo sifón le sirve a la sepia común (al igual que el calamar o pulpo), para escupir un chorro de tinta para oscurecer el agua y eludir a sus enemigos. Su crecimiento es rápido, llegando a la madurez sexual al cabo de un año o año y medio de edad y 9 cm. de longitud. 

Distribución

La sepia se localiza en el Atlántico y el Mediterráneo. Es muy propia de las costas españolas, en especial cerca de las Islas Canarias. Vive en el fondo de los mares arenosos y en las praderas submarinas pocas profundos, hasta los 150 m. de profundidad., aunque raramente podemos encontrarla en fondos rocosos con crecimientos de algas, donde suele ir a cazar. Podemos encontrarla desde la superficie hasta grandes profundidades por todo el Mediterráneo. Está muy bien adaptada para nadar entre dos aguas, actividad que practica intensamente.

Reproducción

La época de reproducción es de febrero a septiembre en la primavera,  los machos suelen adoptar una coloración llamativa en forma de cebra. Durante el celo el macho pasa su capsula seminal a la hembra con ayuda de su brazo de cópula. Los huevos fecundados son depositados al cabo de pocas horas. El macho suele quedarse junto a su compañera y no la abandona hasta su muerte. Los más de 500 huevos, en forma de limón de color oscuro y de unos 8 mm. de grosor se sujetan al fondo en racimos. Al cabo de dos meses de la puesta los huevos eclosionan en forma de sepias completamente desarrolladas de un centímetro de tamaño, con un comportamiento y costumbres similares a los adultos. Una vez llegado el invierno, las sepias comunes emigran de las aguas costeras a aguas más profundas.

Alimentación

La sepia es un molusco que vive de noche, alimentándose de pequeños moluscos, langostas, cangrejos, camarones, peces y otros de su misma especie. Durante el día suele vivir enterrada en la arena u oculta entre plantas marinas. La parte inferior de su cuerpo se ilumina con un resplandor fosforescente para atraer a sus presas mientras nada por encima de algas y rocas. Si aparece una presa intenta atraparla por sorpresa con sus poderosos tentáculos. La víctima es capturada por los brazos largos y llevada a la boca, donde es retenida por los ocho tentáculos cortos mientras es devorada con sus afiladas mandíbulas.

Si la presa no está al alcance directo de sus tentáculos, la sepia la persigue disimuladamente, abandonando con cuidado su guarida, y ondulando suavemente su cresta cutánea en función de la corriente, y ayudándose con el sifón -dirigido hacia atrás- se acerca a su presa para sujetarla con los brazos largos y devorarla.

Depredadores

Entre sus predadores se incluyen los delfines, tiburones, peces, focas y otros de su misma especie y el hombre. La sepia también recurre a la energía reactiva, expulsando el aire de la cavidad paleal por el tubo del embudo.… En caso de peligro, este modo de locomoción permite una rápida huida, efectuando verdaderos saltos en el agua.


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